Visita a "Un mundo flotante" de Jacques Henri Lartigue
Está muy bien estructurada, presentada por salas que abarcan un periodo de su época fotográfica: “El fluir del tiempo”, “Una mirada moderna”, “La velocidad”, “La ligereza”, “Bellas mujeres”, “Ahondar en lo desconocido” y “Los soportes de la memoria”. Al inicio de cada sala hay un pequeño panel explicativo que nos introduce en las fotografías que vamos a ver y al final de la misma nos muestran alguna de las cámaras que utilizó, así como copias vintage (copias de la misma época que los originales) y también las placas autocromas que le hicieron desistir de la fotografía y decantarse más por la pintura. En todas las salas se disponen de visionado de copias estereoscópicas, muy habituales en la época.
A Jacques Henri Lartigue le vino el reconocimiento como fotógrafo en 1963, en la exposición del MOMA (Museo de Arte Moderno de N.Y.), tenía 69 años, sin embargo fue un niño prodigio de la fotografía (sus primeras fotografías son con 7 años), esto nos indica que no tuvo referentes fotográficos y tampoco fue referente de otros (Diane Arbus, Elliot Erwitt, etc.) Creó imágenes novedosas mediante el empleo de encuadres poco usuales, el uso de altas velocidades de obturación y trabajando casi siempre en blanco y negro.
Desde pequeño deseaba retener el momento, incluso antes de que su padre le regalara la primera cámara 13×18 a los 7 años, él acostumbraba a abrir y cerrar los ojos congelando así la escena y el olor que esta le transmitía.
En sus inicios acostumbraba a llevar un diario en el que dibujaba notas y esquemas de las fotografías tomadas o de las que no había podido tomar. Creo 130 álbumes fotográficos, toda su obra está perfectamente catalogada y referenciada por el mismo.
Sus primeras fotografías son escenas cotidianas de la casa de campo donde vivía posteriormente asistió a las carreras de automóviles a las que era muy aficionado su padre, más tarde fotografió los deportes que él practicaba como tenis y natación Como persona adelantada a su tiempo le atraían las nuevas tecnologías, pudo fotografías los primeros vuelos en aeroplanos que se producían en esa época y las primeras expediciones de alta montaña.
En 1979 cedió sus fotografías al Estado incluyendo negativos, discos originales, diarios y cámaras, mientras que sus pinturas que consistían en más de trescientos cuadros los donó a su amigo el alcalde de L’Isle-Adam y su mujer. Esta donación dio lugar a la creación en la ciudad de Val-d’Oise del Centro de Exposiciones Jacques-Henri Lartigue.
En el 2000 se creó la Fundación Lartigue que se unió a la Asociación de Amigos de Jacques Henri Lartigue creada en 1979 con lo que se dispone de una amplia documentación sobre su trabajo.